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Campesina Elea Valle interpone denuncia ante Fiscalía, Policía y Ejército

23 de noviembre de 2017

Campesina Elea Valle Aguilar, pide al Ejército los cadáveres de sus dos  niños que están en una fosa común; y solicita que no la sigan persiguiendo y que le respeten la vida.

 

Managua, 23 de noviembre de 2017

 

Primera Comisionada Aminta Granera Sacasa

Directora de la Policía Nacional

 

Doctora Ana Julia Guido

Fiscal General de la República de Nicaragua

 

General Julio César Avilés

Comandante en Jefe Ejército de Nicaragua

 

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) se dirige a ustedes, para hacer de su conocimiento que hemos recibido a la señora Elea Valle, quien ha denunciado la privación de la vida por parte de miembros del Ejército de sus dos hijos menores de edad en la Comunidad de San Pablo 22, la Cruz de Río Grande, por lo que a continuación le exponemos.

En su denuncia, la Sra. Valle expresó que hace tres años toda su familia que hasta hace 11 días estaba compuesta por sus cinco hijos menores de edad, su esposo, Francisco Pérez y ella, comenzaron a ser víctimas de persecución por agentes del Ejército, en la comunidad de Silibila, Prinzapolka, en represalias porque su cuñado Rafael Pérez, se había alzado en armas, y desde entonces vinculaban a su esposo con ese grupo.

En ese contexto de hostigamiento y persecución permanente, su esposo tuvo que huir, mientras ella y sus hijos fueron obligados a desplazarse a Yaoya. Una cuñada de la denunciante quedó en su rancho, adonde llegó  el ejército y mientras le obligaban a darles información de los alzados la golpearon, le amenazaron con fusiles AK y dispararon sus armas cerca de sus oídos.

Que estando en Yaoya el año antepasado le informaron que el ejército iba a su rancho, por lo que tuvieron que internarse en la montaña en horas de la noche, su hija mayor Yojeisel Elizabeth Pérez Valle, tomó una mochila con algo de ropa y corrió en otra dirección, sin embargo el ejército le dio persecución y le disparó en dos ocasiones mientras rodaba barranco abajo, sin ser impactada. Al reunir a sus hijos nuevamente, se desplazaron a San Martín, donde en septiembre de 2015, miembros del ejército irrumpieron en su casa, amenazando con AK, solicitando información de los alzados; en esa ocasión quisieron llevarse a su hija mayor, entonces de 13 años de edad, la señora Valle se opuso enérgicamente y se llevaron su teléfono y dinero en efectivo. Así, el constante acoso y persecución del ejército, en abril del pasado año se desplazaron nuevamente, esa vez a San Antonio.

En julio de este año llegaron a su nueva ubicacion, en una hacienda donde lavaba y planchaba y al no encontrarla, los militares sacaron a sus hijos de la casa por dos horas bajo una fuerte lluvia, les apuntaron y amenazaron con armas  para que les dieran información sobre los armados.

Que luego de saber cómo el ejército había ejecutado a dos armados y un civil, arrastrándolos por varios kilómetros amarrados a las patas de bestias, castrados y colgados en un árbol, decidió irse y pedir refugio en la casa de una conocida. En noviembre del corriente año, se movilizó a “Cascada de Caño de Agua”, para votar en las municipales.

El jueves 09 de noviembre del corriente año, a las 6 de la mañana, la señora Valle recibió una llamada de su esposo, quien quería ver a sus dos hijos mayores, Yojeisel Elizabeth y Francisco Alexander Pérez Valle, de 16 y 12 años de edad, en la Comarca San Pablo 22, ella le externo sus temores para que no fueran, sus hijos insistieron en ir ya que tenían dos años de no ver a su papá; partieron hacia la mencionada Comarca el viernes en la mañana, encontrándose con su papá hasta el sábado 11 a las 4 de la tarde.

Los niños no pudieron regresarse ese mismo día, por lo que se quedaron a dormir con su papá; a las 5 de la mañana del domingo 12, mientras todos estaban durmiendo en la vega del río 22, sus dos niños, su marido y tres personas más fueron asesinadas por el ejército, entre ellas una joven de aproximadamente 20 años de edad, información que la señora Valle recibió por una comunicación telefónica en la noche del domingo.

La señora Valle nos refirió que en dicha llamada le dijeron “me pesa madre decirle… ha sucedido algo, le asesinaron a sus dos niños… Allí fueron asesinados… murieron cuatro de los alzados en armas y los dos niños suyos, a sus hijos los agarraron vivos y luego los asesinaron…”,  ella perdió el conocimiento, al recuperarse se dirigió a la Comarca San Pablo 22, saliendo a las 4 de la madrugada del lunes 13.

Durante el viaje gente de la zona le llamaba preguntándome que si era la mamá de los niños asesinados, que la iban a salir a encontrar, a las 3 de la tarde es informada que el Ejército había entregado a los cadáveres con la orden que los sepultara a todos en una fosa, sin reconocimiento médico forense, la señora Elea les pidió que la esperaran; casi a las 7 de la noche llegó al lugar y según su testimonio se encontró con una escena dantesca.

“Vi a mis niños, la gente del lugar me comenzó a decir sobre mi hija mire madre  presenta violada, se la hicieron ahorcada, la violaron, la colgaron, la masacraron a golpes, mi hija estaba morada todo su cuerpo, estaba irreconocible el rostro de ella, e igual el de mi niño, la gente me dijo que mi niña estaba con ese pantalón porque ellos mismos (la gente del lugar) se lo pusieron, pues la dejaron completamente desnuda, solo con una camisa pinta –militar- para decir que ella también estaba alzada en armas.

El cuerpo de mi hijo estaba apuñaleado en los costados, con un balazo en el brazo izquierdo, con un balazo en la cabeza y dos en el pecho, completamente irreconocible, me lo dejaron tirado desnudo en el suelo, la gente de la zona tuvo que ponerle pantalón también. Los otros cadáveres estaban quemados, a mi marido lo logré reconocer solo de la cintura para abajo; ese día solo estaba mi marido, tres personas más y mis niños en el lugar, a todos los mató el ejército”.

La Sra. Valle agregó que, a pesar del sufrimiento causado por estas ejecuciones, manifiesta que tanto el ejército como la policía nacional andan en su búsqueda. Al respecto,  nos expresó “desconozco las razones por las que la Policía y el Ejército me anden buscando, si ya mataron a mis hijos no sé para qué me quieren a mí”, la señora Valle en reiteradas ocasiones, ante los medios de comunicación y en su denuncia ante el CENIDH, ha pedido que le entreguen el cuerpo de sus hijos para sepultarlos como es su derecho, exigiendo justicia, además denuncia formalmente por este medio los hechos descritos y pide ante la Policía la protección y garantía para su vida y la de sus tres hijo.

El CENIDH condena los graves hechos cometidos por agentes del Ejército, cuyo crimen constituye una ejecución arbitraria, violando el derecho a la vida, causando sufrimientos y vejámenes a la señora Elea Valle y sus otros tres hijos, agravados por la persecución y hostilidad que aún sufre.

Por la gravedad de los crímenes denunciados el CENIDH demanda:

 

  1. La realización de una inmediata y exhaustiva investigación para esclarecer las ejecuciones arbitrarias denunciadas. En ese sentido, no es primera vez que conocemos sobre operativos militares que han privado de la vida a ciudadanos, en particular en el campo, en su mayoría sin conocerse ni la legalidad de las acciones ni las causas de fondo que expliquen la represión y las ejecuciones denunciadas, tal como la denunciada por este mismo medio ante sus autoridades el 17 de octubre del corriente año, en el caso de la ejecución del señor Marcio Antonio García Joya, de la que no hemos recibido respuesta.

 

  1. Reiteramos nuestra preocupación que ante la existencia de imputaciones delictivas el Ejército se arrogue facultades investigativas, de prevención y persecución del delito, función que le corresponde constitucionalmente a la Policía Nacional, en el caso concreto del Sr. Pérez y el grupo “eliminado”, cuya autoría fue admitida por Coronel Marvin Paniagua, Jefe del Sexto Comando Militar, aduciendo “Esos eran todos, no hay gente que haya sobrevivido”; agravado por el irrespeto del Ejército a la vida de los dos niños, a quienes, según lo denunciado, fueron capturados con vida, en el caso de la niña violada, por lo que en un contexto de impunidad generalizada ante denuncias similares se ha propiciado  la repetición y sistematización de estas graves violaciones a los derechos humanos; aunado a que la impunidad y denegación de justicia comprometen la responsabilidad del Estado nacional e internacionalmente.

 

  1. Solicitamos  al Ejército de Nicaragua, a la Policía Nacional y al Ministerio Público que, en el ámbito de sus competencias adopten las medidas correspondientes dirigidas al cese de acciones represivas  que arriesgan la vida y seguridad de las personas, en particular contra el campesinado y se investigue a fondo los hechos graves denunciados ante el CENIDH y hoy transmitidos a ustedes, en relación al derecho a la vida, integridad sexual, tortura, abuso de poder, uso de las armas de fuego en perjuicio de la integridad, bienes y derechos de la viuda.

 

  1. Demandamos que como producto de una investigación profunda y diligente se sancione a todos los responsables de este reprochable hecho, tanto directos, como indirectos e intelectuales en todos sus grados.

 

  1. Por la constante zozobra y miedo de la víctima y sus familiares solicitamos a las autoridades competentes medidas tendientes a garantizar la seguridad, la vida, dar la debida protección a Elea Valle y sus tres hijos menores de edad, Juan José, Eliel Mandiel y Heyling Oniel, todos de apellidos Pérez Valle.

 

  1. Reiteramos y solicitamos la petición de la señora Elea Valle en cuanto a la entrega inmediata, efectiva y legitima de los cadáveres de sus hijos para que procediere a sepultar según sus creencias y costumbres.

 

  1. Exigimos en aras de la no repetición de estas gravísimas violaciones de derechos humanos se orienten y creen políticas de no repetición, adoptando las actuaciones de los efectivos acordes a los tratados y estándares internacionales de protección de derechos humanos que el Estado de Nicaragua debe respetar.

 

          En espera de una pronta investigación y solución inmediata, suscribimos respetuosamente.

 

 

 

Elea Valle

Víctima

 

 

Vilma Núñez de Escorcia                             Marlin Sierra Palma

                   Presidenta                                         Directora Ejecutiva

 

 

 

CC: Cenidh (EV)

 



Descargar documentos:

Carta Autoridades_Niños asesinados



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