Este 20 de enero, murió Matilde Lindo Crisanto, una incansable defensora de los derechos humanos de las mujeres, especialmente de las mujeres de la Costa Caribe. Durante las honras fúnebre la Presidenta del CENIDH, Dra. Vilma Núñez de Escorcia, expresó su solidaridad y apoyo a las hijas, nieta y demás familiares de Matilde, a quienes dijo “deben sentirse orgullosas de esa madre, de esa abuela que tuvieron que le dio lo mejor de su vida a la Red de Mujeres Contra la Violencia y al Movimiento de Mujeres”.
En su intervención la Dra. Núñez recordó a Matilde en las reuniones de la Red de Mujeres Contra la Violencia, la fuerza con que planteaba sus ideas, su fortaleza, su convicción muy intrínseco en ella, su carácter que se formó a base de saltar piedras en el camino, de enfrentar obstáculos y con una autoestima inquebrantable.
“Soy de la cultura negra, la tradición de la que venimos nosotras es de las Diosas, de las reinas de la naturaleza, esa tradición se refleja en nuestra forma de ser y de participar”, para la Doctora Núñez esta frase enmarca lo que Matilde fue, una mujer doblemente discriminada por el hecho de ser mujer y por negra, pero que superó cada situación con valentía.
La Doctora también recordó que Matilde era consciente de las diferencias entre las mujeres costeñas y las del pacifico, que al trabajar juntas se generaban tensiones por las diferentes visiones y formas de trabajar, pero en la lucha estamos unidas por la defensa de nuestros derechos, ese es un legado de Matilde, que hay que retomar porque a pesar de todo lo andado, a pesar de todos los avances que se pueden recopilar y contar en Nicaragua, los derechos humanos son producto de la tenacidad de cada una de las defensoras de derechos, “nadie nos ha regalado nada, todo lo que se ha alcanzado, todo lo que tenemos, es producto de las luchas del movimiento de mujeres, de cada una de las organizaciones, del desvelo, empeño y de sacrificar momentos agradables con la familia para entregarlo a la lucha de las mujeres”.
La Presidenta del CENIDH, instó a las defensoras de derechos humanos que estaban despidiendo a Matilde a que sigan forjando el movimiento de mujeres que ha hecho historia y seguirá haciendo historia, hay que construirlo y avanzar, “la gente luchadora, que siempre está buscando cambios, estoy segura que desde el más allá, si es que el más allá existe Matilde va a seguir luchando, y si el mas allá no existe su recuerdo estará aquí e impulsando cosas buenas”.
Para concluir la Doctora Vilma Núñez de Escorcia, se dirigió a las hijas y nieta de Matilde para decirles “no miren al Movimiento de Mujeres y a la Red de Mujeres Contra la Violencia como organizaciones a las que pertenecía su mamá y le dio lo mejor de su vida, también debe ser el instrumento de lucha de ustedes, para seguir adelante y aportar a la lucha con el ejemplo que ella les dejo”.
En las honras fúnebres a Matilde, Luz Marina Torres y Juanita Jiménez también dedicaron palabras en las cuales recordaban a la Matilde que desde la práctica y con muchas reflexiones nos enseñó la consigna de libres e iguales en dignidad y derechos.