Este 06 de octubre el pequeño productor Ernesto Montenegro, vice coordinador la organización comunitaria Guardianes de Yaoska de Rancho Grande y promotor de derechos humanos de la Comisión de Promotores/as Padre César Jerez, se presentó en las oficinas del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos,  CENIDH Filial Matagalpa, para interponer denuncia contra la Policía Nacional  quienes a través de agentes de la policía desde el 02 de octubre han realizado acciones de persecución e intimidación en contra de su persona y de su familia debido a su apoyo a la población que se moviliza frente al proyecto minero en el municipio. 

Según Montenegro el 02 de octubre a través de familiares tuvo conocimiento que tres oficiales anduvieron rondando su casa y preguntando quién y cuántas personas vivían en su vivienda; posteriormente al regresar a su casa de una reunión preparatoria de la  marcha del 03 de octubre en contra la minería fue perseguido por una motocicleta en la que iba un agente policial del sexo masculino y una mujer de civil que minutos después descubrió en su finca tomando fotografías. Al preguntarle a ésta qué hacia luego de algunas evasivas le manifestó que  quería reunirse con él en privado. En la reunión la oficial se identificó como agente de la policía y con el nombre de Arlen ésta comenzó a preguntarle qué si conocía a personas que querían hacerle daño, además le mostró una lista de al menos cinco productores de la zona que apoyan la lucha y le preguntó si los conocía, contestando que sí y que algunos eran militantes del frente sandinista. 

La supuesta oficial le manifestó que tenía información que estaba vinculado a grupos armados que operan en la zona y que si  quería protección debía informarle sobre lo que sucedía en la marcha del 03 de octubre, qué ella participaría y que si era descubierta la presentará como una ambientalista de Managua. Además, le prohibió continuar participando de ese movimiento y que no podía salir del municipio. Según Montenegro por temor manifestó que pasaría información. Al día siguiente por la mañana realizó diversas gestiones en torno a la marcha, recibiendo una llamada telefónica de la oficial para amonestarlo diciendo que sabía dónde se había movilizado y que no estaba cumpliendo su promesa.

Al finalizar la marcha esta oficial se le acercó y le dijo que había recibido información que en su finca unas personas habían  entregado unas mochilas y pregunto cuál era el contenido. Este refirió que no sabía de qué estaba hablando y que si lo quería decir era que habían “plantado” droga en su finca contaba con el apoyo del pueblo e incluso militantes del frente sandinista que daban fe que es un hombre honrado, trabajador y sandinista de principios, y que no estaba dispuesto a dejarse manipular apoyando un proyecto que es rechazado por la mayoría de la población. Finalmente refirió que la última vez que vio a la agente fue en las instalaciones de la Delegación Policial de Rancho Grande, lo que reafirma el vínculo de ésta con la fuerza policial. Cabe destacar que a eso de las once de la noche, en dos ocasiones vehículos que participaron en la contramarcha se estacionaron por varios minutos frente a su casa, lo que interpreta como acciones intimidatorias.

Para el CENIDH lo relatado por el promotor y activista Montenegro evidencia una claro de persecución, intimidación e intento de criminalización de la labor de un defensor de derechos humanos, situación que merece un proceso de investigación objetivo e imparcial a fin de determinar la implicación de  funcionarios de la institución policial y las responsabilidades derivadas de estas acciones que pretenden limitar el derecho a defender derechos. El CENIDH brindará  seguimiento y acompañamiento a esta grave denuncia.