El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) expresa su preocupación por el incremento de la violencia en contra de las mujeres, la cual no se puede desligar de la política de violencia generalizada del régimen Ortega-Murillo en contra del pueblo de Nicaragua.
En lo que va del año, 59 mujeres han sido víctimas de femicidio y 58 han sobrevivido al mismo. ¿Cuántas de estas mujeres denunciaron ante la policía ser víctimas de violencia y no se tomaron las medidas necesarias para garantizarles su integridad física, psicológica y la vida misma? Esto es violencia institucional.
Nicaragua enfrenta una de sus peores crisis de derechos humanos, a diario se hostiga, amenaza, ataca, asesina, persigue y detienen arbitraria e ilegalmente a las personas que reclaman sus derechos o que el régimen considera opositores.
Actualmente, siete mujeres defensoras de derechos humanos enfrentan infundados procesos judiciales, víctimas de la criminalización de su derecho a la solidaridad con las madres en huelga de hambre por la libertad de sus hijos e hijas, para ellos exigimos su libertad.
Por tanto, demandamos al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo:
· Dejar que las instituciones puedan aplicar la Ley 779, Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres.
· Cesar la violencia institucionalizada y desarmar a los paramilitares que siembran el terror como evidente política del gobierno.
· Liberar a todos y todas las presas políticas.
¡Derecho que no se defiende, es derecho que se pierde!