El 9 de abril del 2018, tras conocer la noticia del fallecimiento del joven Kevin José Pineda Herrera de 19 años, muerto por la vía del ahorcamiento en las celdas preventivas de la policía de Matiguas y ante la gravedad de los hechos un equipo del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, CENIDH Filial Matagalpa, se trasladó al municipio de Matiguas donde conversó con la señora Darling Antonia Herrera, madre del fallecido, quien muy consternada manifestó que su hijo hacía tres días había regresado de Costa Rica donde trabajaba y que el sábado 7 de abril en horas de la noche fue detenido y golpeado en las afueras de un bar de la ciudad de Matiguás por agentes policiales de ese municipio.

Según la versión  oficial del jefe policial de Matiguás, éste falleció por la vía del ahorcamiento utilizando para ello el elástico del calzoncillo.  Esta versión fue rechazada por la señora Herrera quien fue categórica en afirmar que existen testigos que señalan que su hijo fue golpeado al momento de la detención, prueba de ello son diversos moretones que presentaba en su cuerpo a la altura de la cara y en el abdomen. Contrariamente a la causa de la muerte su cadáver tampoco presentaba  alguna lesión por fricción, común en muertes por ahorcamiento.  

En la versión brindada a los familiares por la policía, Pineda Herrera intentó varias veces suicidarse esa misma noche por lo que el elástico utilizado se reventó en dos ocasiones y fue hasta la tercera vez que logró su cometido al colgarse del portón de la celda donde se encontraba recluido, para ello el joven deshilo el elástico del bóxer hasta hacer una  cuerda más gruesa la cual, según la policía, usó para privarse de la vida. Para los familiares esa versión no es creíble considerando que el joven no tenía problemas mentales y en su historial de vida nunca intentó quitarse la vida. Asimismo, señalaron que un elástico de un bóxer no es lo suficientemente largo y resistente  como para colgarse de una altura aproximadamente de tres metros.  

El equipo del CENIDH a cargo de Omar Castellón intentó conocer la versión de la policía, pero el oficial de turno informó que el jefe la delegación policial de Matagalpa, el Comisionado Agustín Aburto, no se encontraba y que él era la única persona autorizada para brindar información.

Para el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos la versión policial deja en evidencia varias interrogantes en relación a la actuación policial, tanto en el momento de la detención como en lo referido al resguardo de los detenidos en las celdas preventivas. La versión brindada a los familiares señala todo un supuesto proceso utilizado por el joven para quitarse la vida ¿Quién es el oficial que resguardaba las celdas policiales? ¿Dónde estaba al momento del supuesto ahorcamiento? ¿Había otros detenidos en las celdas? ¿Por qué a Pineda Herrera no se le brindó asistencia médica previa a su ingreso a las celdas? En consideración a que existen múltiples testigos que señalan que fue reducido con violencia.  

El CENIDH recuerda que toda persona privada de su libertad que se encuentra en celdas policiales se encuentra bajo la vigilancia y resguardo policial y en consecuencia se encuentra bajo su responsabilidad. En tal sentido, solicitamos una investigación del presente caso que una vez más expone graves abusos de la policía frente a los privados de libertad. Exigimos que este caso no quede en impunidad como tantos otros y que se tomen medidas para que los familiares del joven Pineda Herrera puedan acceder a la justicia.  

Centro Nicaragüense de Derechos Humanos

¡Derecho que no se defiende… es derecho que se pierde!