El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, CENIDH, en su labor por la defensa de los derechos humanos acompañó la manifestación pacífica “Somos la voz de los presos políticos”, realizada el pasado 23 de septiembre, presenciando actos intimidatorios, provocación y asedio de la Policía Nacional, fuerzas de choque afines al Régimen Ortega-Murillo y parapoliciales desde el inicio de la manifestación.

El CENIDH rechaza la versión brindada en la Nota de Presa no. 114 – 2018 de la Policía Nacional en donde se señala: “grupos violentos que se habían convocado a una marcha llamada pacifica, otra vez atacaron a familias y sus viviendas con armas de fuego, morteros y piedras”.

En la marcha quienes iniciaron la violencia fueron agentes policiales que tiraron gases lacrimógenos contra la población que participaba en la manifestación pacífica, pretendiendo impedir ejercer el derecho legítimo a la protesta.

Frente a estos hechos de violencia el CENIDH advierte en el país una nueva etapa de represión del Gobierno de Daniel Ortega contra la población que se manifiesta de forma pacífica y que haciendo uso de sus derechos exigía la liberación de los presos y presas políticas.

El uso excesivo de la fuerzas policiales y de grupos que utilizan técnicas militares se evidenció en las inmediaciones del Barrio Américas 3, donde parapolicías y agentes de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales, ejecutaron disparos a matar contra los manifestantes, asesinando cobardemente al estudiante Matt Andrés Romero, de 16 años de edad e hiriendo al menos a seis personas, entre ellas el periodista Winston Potosme, quien denunció que el disparo fue ejecutado por fuerzas parapoliciales y que no hubo ningún fuego cruzado lo que evidencia el terrorismo de Estado que hemos venido denunciando.

Como CENIDH fuimos testigos que la represión gubernamental no se limitó al uso letal de armas de fuego, sino que además se llevaron a cabo detenciones ilegales y arbitrarias de al menos 20 personas, mismas que fueron perpetradas por agentes policiales y fuerzas parapoliciales, muchas de las cuales aún siguen detenidas.

En una de las denuncias recibidas por CENIDH la víctima refirió que: “los policías empezaron a halarme y montarme a la patrulla… me golpeaban con el bastón policial. Cuando ya estaba en la tina, me golpeaban siempre con el bastón y con sus pies, me daban patadas, diciéndonos a los tres que íbamos en la tina que éramos tranqueros, que por nuestra culpa no habían podido ir a su casa, que tenían días de estar en las rotondas…”.

Una vez más el CENIDH exige al Gobierno Ortega-Murillo el cese inmediato de la represión, por lo que exhortamos públicamente al Estado de Nicaragua que respete el derecho a la manifestación pacífica consagrado en el artículo 54 de la Constitución Política y en diversos Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos, reconocidos por Nicaragua.

Debido a la multiplicidad de violaciones de derechos humanos cometidas en las marchas por estas fuerzas armadas de represión, el CENIDH urge tanto a los mecanismos regionales como universales para la protección de los derechos humanos.

En el CENIDH expresamos nuestra solidaridad a la ciudadanía, a periodistas y medios independientes, y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos en Nicaragua.