"Ante los métodos perversos y sutiles de represión del régimen Ortega-Murillo, el pueblo de Nicaragua debe continuar perseverando en el uso de los mecanismos jurídicos de defensa formal y denuncia ante organismos internacionales de Derechos Humanos, acompañada del uso permanente de la denuncia pública como método formal de Derechos Humanos", señala la doctora Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cendih, al cumplirse siete meses de resistencia cívica en el país.

En estos siete meses de la represión del gobierno Ortega-Murillo contra la población que ha protestado cívicamente, el Cenidh registra a la fecha 321 muertos y 602 presos y presas políticas en Nicaragua.
"Denunciamos que en Nicaragua continúa la represión del régimen Ortega-Murillo con las detenciones arbitrarias y las violaciones a los Derechos Humanos de los presos y presas políticas por lo que demandamos su liberación inmediata", enfatizó la doctora Núñez.

El Cenidh le recuerda al régimen Ortega-Murillo que debe garantizar la seguridad personal de los presos y presas políticas, así como el cumplimiento de las 13 medidas cautelares que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Cidh, ha otorgado a 70 personas en Nicaragua.

"Tenemos presente el ejemplo de entereza y coraje de los presos y presas políticas de Nicaragua, víctimas de las injusticias de un poder judicial instrumentalizado por el régimen Ortega-Murillo, no se doblegan y desde la cárcel nos mandan mensajes de aliento", recordó la presidenta del Cendih.

A siente meses de represión resaltamos no solo la victimización que ha sido objeto el pueblo de Nicaragua por una dictadura sin precedentes, sino que cuantificamos el nivel de resistencia que se ha impulsado pese al cierre de espacios y a la prohibición de la protesta cívica.

No olvidemos que el objetivo central de la lucha cívica del pueblo de Nicaragua es sentar las bases para construir una verdadera democracia y esto solo se logrará con un cambio en todas las esferas de la nación. El logro principal en estos siete meses de lucha cívica es la toma de conciencia del pueblo de Nicaragua. No hay que desesperarse ni retroceder, se debe seguir señalando las violaciones y atropellos y salir con propuestas claras y contundentes para encontrar una salida a esta crisis.

También el Cenidh acompaña y hace suyo el dolor de las familias que han perdido seres queridos, así como de quienes tienen presos y presas políticas. "Seguiremos a su lado sin dar un paso atrás demandando se cumplan los Derechos Humanos en Nicaragua", señala la doctora Núñez.

El pueblo de Nicaragua ha demostrado que mantendrá su lucha cívica, alejándose de las provocaciones del régimen Ortega-Murillo que solo sabe de agresiones. Las armas de la democracia son los reclamos de nuestros derechos y de las personas que están detenidas y que han muerto.