Rancho Grande celebró un año de la cancelación de la concesión de Rancho Grande
Este 3 de octubre un equipo del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos en Matagalpa, atendiendo la invitación del movimiento campesino Guardianes de Yaoska estuvo presente en Rancho Grande para celebrar un año de la cancelación de concesión para explotar oro otorgada a la empresa minera B2 Gold en ese municipio. Centenares de campesinos, así como decenas de organizaciones de la sociedad civil locales y nacionales en un ambiente marcado por la alegría, la diversidad y el compromiso con la tierra celebraron un año de aquel acontecimiento por el que lucharon por más de diez años.
La plazoleta de la iglesia Católica se llenó de hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes, ancianos, miembros de las iglesias católicas y evangélicas, productores, campesinos así como otros sectores de ese municipio para celebrar este triunfo y ratificar su compromiso. “Se puede vivir sin oro, pero no se puede vivir sin agua, no a la minería”, “Queremos heredar un mundo habitable y no un planeta contaminado”, “no queremos minería”, “viva la vida, viva Rancho Grande”, eran las consignas, entre bailes y diversas presentaciones de grupos musicales que cantaron a la defensa de su tierra y el agua marcaron la tónica de este encuentro.
Por su parte, el sacerdote Pablo Espinoza dijo: “Queremos una policía y un ejército que nos acompañe y que no nos reprima; queremos político que nos representen, no queremos políticos corruptos...”, recordando la represión y hostigamiento del que fueron víctimas por las autoridades, peticiones que fueron secundadas por el aplauso de los presentes. Asimismo, manifestó el apoyo de distintas organizaciones y reconoció el apoyo del CENIDH quien según afirmó: estuvo allí para documentar las violaciones de derechos humanos y denunciarlas, acompañando a la población en la demanda de sus derechos. En ese sentido, los diferentes discursos los protagonistas de esta lucha advirtieron que continúan organizados y atentos a las acciones del poder, pues saben que Rancho Grande continúa siendo un municipio de interés para las empresas mineras.
La lucha de la población de Rancho Grande es un ejemplo en la autodefensa de los derechos humanos, sus acciones pacíficas, la inclusión de diferentes sectores, la cohesión y persistencia de este movimiento constituyen claves importantes para comprender su efectividad. El CENIDH manifiesta su posición de continuar apoyando a los Guardianes de Yaoska, en su lucha justa por ser escuchados en la defensa de sus recursos naturales y sus modos de vida.
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